AMLO: UN GOBIERNO FUERTE QUE EN LA CUARTA PARTE DEL CAMINO HA RESPONDIDO
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* El objetivo del Presidente en los próximos años es separar el Estado de la empresa y acabar con la cultura de la corrupción

* Del Pronunciamiento Unidad de las Izquierdas, hacemos un somero análisis

Felipe Rodríguez Aguirre

La realidad económica de nuestro país demanda atención especial sobre la población históricamente marginada. También el Presidente está luchando por recomponer los sistemas de salud, energético, hacendario, financiero, de seguridad y político. Esta lucha que tiene el Presidente en varios frentes le ha permitido a la oposición autonombrarse “la voz de los inconformes en el país”, cosa que ha rayado en la ridiculez y el linchamiento social.

El objetivo del Presidente en los próximos años es separar el Estado de la empresa. Acabar con la cultura de la corrupción y sentar las bases de un país más justo y equitativo para todos. También ha comentado a través de todos los medios que es su empeño diseñar un indicador macroeconómico diferente al PIB como coeficiente del desarrollo del país y sustituirlo por un indicador que muestre el bienestar social sobre los bienes y servicios producidos en el país. Esto es muy relevante debido a que el fin de la globalización está más cerca que nunca debido al rotundo fracaso del sistema financiero actual basado en el dólar.

Las fortalezas de nuestro país radican en la producción de materia prima y mano de obra el gran reto debe ser el fortalecimiento del mercado interno, la defensa de nuestro petróleo, el aumento de la base tributaria, la explotación geopolítico de nuestro país, la defensa y organización social de nuestros hermanos paisanos en el extranjero, la inversión en salud, educación y turismo, pero sobre todo rescatar todo nuestro acervo cultural e identidad Nacional tan poco valorado.

Felipe Rodríguez Aguirre

 Felipe Rodríguez  A.

  • Respecto al Pronunciamiento Unidad de las Izquierdas, realizo un somero análisis de los puntos más sobresalientes del documento y nos damos cuenta que estamos superando una de las etapas más difíciles del México contemporáneo gracias a la mano recia y firme del presidente Andrés Manuel López Obrador

LA ENCRUCIFICADA DEL PRESIDENTE, SUS DETRACTORES, ADEMÁS DE LA PANDEMIA

Gracias a su firme decisión y persistencia, Andrés Manuel López Obrador a 18 meses de su gobierno, persiste en continuar gobernando el país como lo ha hecho hasta el momento, Está convencido que tendrá que continuar con su proyecto al costo que sea, en su titánica lucha por desterrar la corrupción y la impunidad en todas sus modalidades, se ha echado a cuestas el cumplimentar su proyecto de nación. “Su labor le ha generado miles de enemigos por doquier porque está pisando callos muy, pero muy peligrosos”.

Actualmente los mexicanos estamos viviendo una situación inédita y para colmo de males, la tragedia de la pandemia denominada COIVID-19 que ha cobrado miles de muertos, miles de desempleos, originando un golpe certero a la economía, situación que no iba a ser desaprovechada por sus detractores para realizar las recientes “caravanas de inconformidad en todo el país, exigiendo su renuncia inmediata a la Presidencia de la República”.

Después de analizar distintos documentos escritos por conocedores de los diferentes temas y de la problemática del país, entre ellos el denominado “Comité Coordinador Nacional por la Unidad de las Izquierdas”, hay coincidencia en señalar que debido a la gravedad y las complicadas condiciones en las que transcurre la vida, señalan que “vendrán situaciones aún más difíciles”. La rápida expansión del virus ha causado una merma económica de enorme profundidad en un emplazamiento que de por sí transita a lo inevitable, y que ahora, a la luz de las nuevas condiciones, amenaza con la llegada de una crisis agravada en condiciones muy aumentadas, con la consiguiente carga de desempleo, desaceleración económica, carestía, escasez, quiebra de empresas y toda la secuela de sufrimiento y dolor que esto está causando en amplios sectores de la sociedad mundial”.

No se puede negar que dichos escritos marcan que las debilidades y desajustes del sistema económico mundial se hacen más evidentes que nunca y la pandemia amenaza con prolongarse. Es posible, como muchos especialistas lo adelantan, que el virus después de mutar, regrese, posiblemente el próximo invierno, situación que afecta la credibilidad de cualquier gobierno y laceran la economía.

Por ese motivo el mundo se encuentra conflictuado en un alto nivel. La pandemia del COVID-19 y la crisis universal aceleran un cambio del orden establecido. China está en un proceso abierto por la disputa del liderazgo internacional y busca desplazar a los Estados Unidos, desconocer al dólar como divisa internacional, anuncia que ya no utilizará más al dólar en las transacciones bursátiles y comerciales y en su lugar ocupará al Yuan que es igual a 3.17 peso mexicano asimismo se propone la creación de la moneda digital que operaría en todas las transacciones comerciales relacionadas con este país, y amenaza la estructura de control financiero mundial, que hasta ahora ha permitido a los Estados Unidos construir un poder abusivo, al inundar el mercado con dólares sin respaldo.

La desigualdad económica y social, es enorme, se vive una realidad inaudita, el 1% de la población se apropia del 80% de la riqueza mundial y el 99% restante recibe sólo el 20%. La pandemia que afecta a todos los países puso en evidencia hechos que aún sabidos hoy desnudan a un sistema injusto y rapaz.

Por lo mismo sólo un buen resultado en los procesos de investigación en el espacio médico-científico, consiguiendo la vacuna o la elaboración de antivirales con efectividad, podrían romper esta desfavorable situación. Lo cierto es que terminado el confinamiento vendrá la hora de la reactivación social, situación que en México es muy esperada.

De esa manera el Presidente López Obrador, manifiesta que se va a construir una sociedad mejor, más justa, menos consumista, más respetuosa de la naturaleza, más humana, que garanticen respeto y equidad para todos, asumiendo especial compromiso con los derechos de la mujer, implementar el rescate de los marginados, los excluidos, los privados de todos los derechos. Integrar a una sociedad de derechos plenos a todo tipo de discriminados.

Será urgente restablecer la armonía con la naturaleza, asumir que, de no hacerlo, la pandemia que hoy nos acosa será un enemigo mucho menor frente a lo que espera la humanidad si no se corrigen los procesos de degradación que hoy son consustanciales al desarrollo de explotación productiva, priorizar la consolidación de los sistemas de salud como espacios de derechos públicos y universales.

La etapa que está por arribar tendrá muchas características, menos la de ser pacífica. Los ejes de la confrontación están a la vista. El hecho de que hoy se encuentren confrontados dos bloques que luchan por la hegemonía, los Estados Unidos en contra de China y Rusia, le imprimen nuevas tensiones al proceso. Sólo la irrupción activa de los pueblos podrá impedir el camino hacia nuevos cataclismos y desajustes económicos y ecológicos irreversibles.

El futuro de México está inscrito en una condición internacional de gran complejidad, pero Andrés Manuel López Obrador, seguirá empujando fuerte para salir adelante. Antes de la pandemia el Estado Social fue desmantelado, en un proceso de reconstitución, donde el sistema de salud es un claro ejemplo del abandono y la irresponsabilidad de los gobiernos neoliberales, lo cual está costando mucho corregir.

Prevalecía también un sistema recaudatorio deficiente con múltiples caminos y veredas para la evasión y el fraude y con prácticas de favoritismo y tráfico de influencias, mismo que apenas se está recomponiendo en favor de las finanzas públicas.

Asimismo estaba vigente una estructura de corrupción desaforada que se hacía presente en todos los niveles de gobierno, en los cuerpos de seguridad pública, en el poder judicial, en la clase política y empresarial, que había, incluso, terminado por infestar a amplios sectores de la sociedad, estructura que hoy se ubica como el centro de las acciones del gobierno del Presidente López Obrador, para corregir el rumbo y encaminar a la nación por el desarrollo soberano y con justicia.

Hay que decir que la presencia del crimen organizado no se ha podido eliminar, ya que, a la luz de la corrupción y del naufragio de la economía popular tiene sólidas raíces para su fortaleza y continuidad, en convivencia con autoridades mexicanas de distinto nivel, incluida la complicidad de varios presidentes de la República, llegó a constituir un Narco Estado, contando con la tolerancia de algunos cuerpos policiacos y de justicia de los Estados Unidos.

Persiste un sector empresarial que ha crecido a la sombra de la complicidad, el tráfico de influencias y los negocios ventajosos a costa del erario público, favorecida por contubernios y privilegios, que da lugar a importantes resistencias ante el nuevo gobierno y el cambio de reglas de funcionamiento en este terreno. Por regla general las grandes fortunas de México han tenido su origen en grandes negocios que han desangrado la hacienda pública.

Se puede agregar también una amplia economía informal, que es espacio de sobrevivencia de amplios sectores de la población, pero genera una carga que no contribuye con sus obligaciones fiscales, sigue presente. Por si faltara algo, la deuda pública federal representa cerca de 11 billones de pesos y equivale al 50% del Producto Interno Bruto (PIB) anual, además de que se tiene que utilizar hasta el 17% del gasto

Así encontró el gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador y en estas condiciones es como desafortunadamente llegó también la pandemia ocasionada por el COVID-19. Sólo habría que agregar que las políticas desarrolladas por los gobiernos neoliberales de los últimos 36 años no dejaron de infringir una gran debilidad al Estado mexicano, en tres dimensiones fundamentales que son la soberanía, la independencia y la seguridad.

Aún a pesar de las adversidades, el gobierno ha enfrentado con gran eficiencia el manejo de la pandemia. Tuvo el gran acierto de mantener cercanía informativa con la población y desplegar sus acciones acordes con las distintas etapas que la propia manifestación viral exigía, no obstante que al fenómeno de salud pública se agregó la nefasta actitud de los sectores políticos derrotados en 2018, que vieron una oportunidad de reposicionarse en la coyuntura de la emergencia de manera irresponsable y oportunista.

Con esta orientación se marcó una clara distancia del manejo de los recursos públicos que tradicionalmente se hacía en el periodo neoliberal, en donde siempre se daba prioridad al apoyo a las empresas y no a las personas, abriendo con esto un nuevo capítulo de desencuentros entre el gobierno de la 4T y la cúpula empresarial, que clama y solicita apoyo gubernamental.

Desde los organismos cupulares del empresariado, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), particularmente, estas medidas representan una afrenta, pues acostumbrados como estaban a ser los beneficiarios de préstamos, apoyos, rescates y condonaciones en épocas de crisis, aún no se acostumbran a los nuevos criterios de gobierno. Aún está fresca en la memoria de los mexicanos el fraude del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA), en donde se dio el más claro ejemplo de socializar fraudulentamente las pérdidas después de privatizar las ganancias, dándose el fenómeno de tener bancos en quiebra con banqueros opulentos, incrementando sus fortunas a costa de la hacienda pública y generando una deuda que aún permanece con cargo a todos los mexicanos.

La visión de la Presidencia de la República es radicalmente opuesta a la de los empresarios de los organismos cúpula y a la de los partidos conservadores. Y mientras el ejecutivo, ante la escasez de recursos, pone todo el énfasis en el apoyo sustancial a los sectores económicamente más débiles y a las familias de condición humilde, los representantes empresariales insisten en la salida clásica de destinar fuertes cantidades de recursos (de uno a dos billones de pesos) a través de la contratación de deuda pública para el apoyo de sus empresas, lo cual significaría comprometer la mermada salud de las finanzas del país en favor del empresariado cupular antes privilegiado y con cargo a la nación en su conjunto.

Por ese motivo en sus afanes de verse favorecidos por asignaciones presupuestales y conjuntando sus objetivos con los intereses de sus aliados, han promovido la cancelación de los proyectos estratégicos que el gobierno ha puesto en marcha para fortalecer en el mediano plazo la economía y el ingreso nacional: la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya, entre otros. Además de oponerse a la política energética oficial.

La línea desarrollada por el gobierno ha tenido como consecuencia una exacerbación en las relaciones entre el Ejecutivo y la cúpula empresarial y está resultando en un caldo de cultivo para radicalizar la confrontación y los afanes golpistas de los sectores más conservadores y reaccionarios del país. Afanes que aun cuando han logrado una articulación facciosa, no gozan de simpatía ni de prestigio alguno frente a la mayoría de la población.

A pesar de ello, la orientación fundamental del gobierno del Presidente López Obrador, sobre la propuesta de reactivación económica está planteada y en desarrollo; es evidente que de acuerdo con las circunstancias que se vayan presentando podrán darse ajustes o medidas complementarias, pero éstas no entraran en contradicción con las definiciones básicas: apoyar de manera prioritaria a los sectores más necesitados y con mayores dificultades económicas y no como se venía haciendo, apoyando a la cúspide de la pirámide financiera.


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