Obtuvo buena parte del premio mayor de la lotería nacional y lo despilfarró por ludópata
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* Hoy, nuestro PERSONAJE principal es Claudio César Cárdenas Ibarra, amigo de hace muchos años, de quién narraremos de voz propia esta exclusiva entrevista

* Ya con el cobro de los 76.5 millones de pesos, liquidó un sinfín de deudas que tenía, compró algunos muebles. A su mamá María Trinidad Ibarra, le regaló 5 millones de pesos

Culiacán, Sinaloa. Hoy, nuestro PERSONAJE principal es Claudio César Cárdenas Ibarra, amigo de hace muchos años, de quién narraremos de voz propia esta exclusiva entrevista, de un día que cambió el rumbo de su vida, siendo precisamente, el 16 de junio de 1991, cayendo en la capital sinaloense el premio mayor de la Lotería Nacional, poseedor de 3 “cachitos” (de la serie LIBRA 6692) que se fracciona en 20 números), obteniendo la cantidad de 76.5 millones de pesos libres de impuestos.     

Como ustedes saben estimados lectores, “PERSONAJES Historias de Vida”, se creó con la finalidad de dar a conocer un hecho relevante de la índole que sea, tratando siempre de recopilar e investigar lo más cercano a la realidad de la narrativa en turno, acompañada de sus respectivas fotografías en caso de encontrarlas, lo que a veces es complicado, pero finalmente se llega a buen fin y como presunto periodista investigador, avalo ese dicho que dice; “una imagen vale más que mil palabras”, porque reconoce que la mejor manera de probar algo es percibirlo, más que una mera descripción verbal o textual. Nos indica que es mejor hacer algo concreto que decir mucho y no hacer nada, motivo por el cual, la acción tiene un valor intrínseco que supera el valor de las palabras.

Claudio nació el 27 de octubre de 1962, en la sindicatura de Pericos, municipio de Mocorito, ubicada a 49 kilómetros de Culiacán. Casado con la señora Alma Patricia Bojórquez Camacho, con 4 hijos, todos mayores de edad. “Claudio Mestizas” o el “Paisa” como también es conocido, dijo que uno de los momentos más dolorosos de su vida fue el fallecimiento de su mamá María Trinidad Ibarra Orrantia, hace 23 años, pionera de las famosas “Mestizas de Pericos”, tema que trataremos más adelante de este mismo reportaje.

Recuerda nuestro amigo, que se encontraba en la sindicatura de Pericos, en la panadería propiedad de su mamá, donde estaba un periódico y se puso a revisar la sección donde se publican los resultados de los premios de la Lotería Nacional, cuando corroboró que el premio mayor había caído en Culiacán, sin embargo, todavía no se enteraba que él era uno de los beneficiados. Dijo que de la panadería se retiró a su casa a descansar, pero que sentía un poco de ansiedad, un raro presentimiento lo embargaba y que, al llegar a su hogar, algo lo impulsó a abrir un casillero que tenía en su recamara donde guardaba cosas y documentos que le eran importantes. Hurgó en el mismo y se encontró un sobre manila conteniendo en el interior los 3 cachitos, ya que los revisó, se dio cuenta que de la noche a la mañana se había convertido en millonario.

Afirmó, que no se acuerda haber comprado esos cachitos y jura que más bien “fue una cuestión espiritual” porque su economía estaba por los suelos y no tenía para comprar esos cachitos, ya que vivían al día y no podía darse el lujo de gastar en billetes de lotería, pero el premio estaba ahí, dijo.

Ya con el cobro de los 76.5 millones de pesos, liquidó un sinfín de deudas que tenía, compró algunos muebles. A su mamá María Trinidad Ibarra, le regaló 5 millones de pesos para que terminara de ampliar su casa en la sindicatura de Pericos, Municipio de Mocorito. Posteriormente, compró un terreno urbano ubicado en el centro de la sindicatura en mención, con un costo aproximado a los 11 millones y medio con la intención de construir en ese lugar la residencia de su familia, proyecto que nunca realizó porque se quedó sin dinero debido al vicio que tenía en la compra de series completas de cachitos de la Lotería Nacional, Blocks completos de las rifas que año con año realizaban la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Instituto Tecnológico de Culiacán y otros.

Visiblemente arrepentido, se me quedó mirando diciéndome “Mi Rafa…mi familia no tuvo el gusto de disfrutar de ese dinero, el cual se me fue de las manos poco a poco y hasta que derroché todo, desperté y me di cuenta de lo que había hecho, regresé al mundo real, en la más vil ruina y con muchas deudas otra vez…

Recuerda que hizo una donación de aproximadamente 50 mil pesos a la Iglesia de “Nuestra señora de las Angustias”, en Pericos, para la compra de extractores de aire. Que también ayudó a muchas personas que tenían necesidades económicas, pero se olvidó de su propia familia. Todo ello por el vicio de comprar cuanta cosa representara un sorteo de la índole que fuera…” Dios me castigó por mi irresponsabilidad y no creo me vuelva a dar otra oportunidad”.

Regresando al tema de su señora madre, “Doña Trini” que así era conocida en Pericos, toda su vida se dedicó a la elaboración, producción y venta de las famosas “Mestizas de Pericos”. Receta familiar donde Claudio es parte de la tercera generación. Son empanadas de buen tamaño y es un pan compuesto de dos harinas (refinada e integral) rellenas de piloncillo artesanal o sin piloncillo. El nombre proviene precisamente del “Mestizaje”, que se refiere al proceso histórico, cultural y relaciones de apareamiento entre españoles e indígenas.

Por otra parte, “La Periquita”, (invención de Claudio en honor a la tierra que lo vio nacer; Pericos), es una especie de empanadita dorada de trigo rellena de piloncillo. Cuenta el “Paisa” que en una ocasión una persona hizo un pedido de 500 mestizas para llevarlas a Francia, la cual también es muy solicitada por la comunidad hispana en Estados Unidos.

Tiempo después de fallecer “Doña Trini”, un medio hermano de Claudio se hizo cargo del negocio, pero se fue en declive, situación que los orilló trasladarse con la familia a Culiacán, vendiendo el terreno que tenía para dar el enganche de su casa, (debido a la devaluación del peso) ya que no era redituable, todos los días iban y venían de la capital sinaloense a Pericos, después de vendido el producto en Palacio de Gobierno y en la Unidad de Servicios Estatales (USE).

Claudio y su familia son unas personas extraordinarias, que forman prácticamente parte del activo de Palacio de Gobierno, gobernador tras gobernador y ellos ahí, a veces soportando las embestidas de algunos funcionarios que los hacían retirarse de sus puntos de venta de Palacio, pero eran más los funcionarios que los respaldaban y regresaban. Cuenta Claudio que había un periodista de los más pesados en Sinaloa, que los defendía a capa y espada en su columna de El Sol de Sinaloa, me refiero al amigo fortense (de El Fuerte, Sinaloa) Francisco Arismendi, diciendo que “se habían convertido en un patrimonio cultural por la venta de sus famosas mestizas, local, estatal, nacional e internacional”. Claudio renta un local como panadería desde hace 17 años en la colonia Miguel de la Madrid donde elabora sus productos. Que el oficio que ejercen les da para ir subsistiendo día a día y para sacar adelante a su familia, pero de manera modesta y sencilla. Esta es su historia.

  

    

 

 

     

 


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