Diferentes países adoptan el Violentómetro del IPN para combatir la violencia
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*La herramienta mexicana, creada para medir y prevenir la violencia, cruza fronteras y se suma a países como Japón, China, Brasil y Colombia en su implementación

Por Fernando Olivas Ortiz

Ciudad de México. – El Violentómetro, una innovadora herramienta desarrollada por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México para identificar, medir y prevenir la violencia, ha llegado a Japón, consolidándose como un referente global en la lucha contra este problema social.

Esta iniciativa se suma a su adopción en países como Venezuela, Colombia, Argentina, China, Brasil y el País Vasco, demostrando su versatilidad y relevancia en diversos contextos culturales.

El Violentómetro, creado por el IPN, es un instrumento visual que clasifica las manifestaciones de violencia en tres niveles de intensidad, desde conductas sutiles hasta agresiones graves, con el objetivo de concienciar y prevenir. Su diseño sencillo y efectivo ha permitido su adaptación a diferentes realidades.

En México, más de 80 instituciones educativas, así como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el Instituto Nacional de las Mujeres y universidades como la UNAM, el Colegio de México y la Universidad Pedagógica Nacional, lo han implementado con éxito.

La herramienta ha trascendido fronteras lingüísticas y culturales, con traducciones a lenguas indígenas como náhuatl, tlapaneco, mixteco y maya para su uso en comunidades mexicanas, como en Campeche. Además, se han creado versiones específicas, como el “Violentómetro Náutico” para la Secretaría de Marina, demostrando su flexibilidad para abordar contextos particulares.

La adopción del Violentómetro en Japón responde a la necesidad de herramientas prácticas para prevenir la violencia de género y otras formas de agresión en una sociedad que busca fortalecer sus políticas de igualdad y seguridad. El IPN continúa trabajando en la difusión y mejora de esta herramienta, que se ha convertido en un símbolo de prevención y educación a nivel mundial.

Con este nuevo capítulo en Japón, el Violentómetro refuerza su papel como un instrumento clave para construir sociedades más seguras y conscientes, consolidando el liderazgo del IPN en la innovación social.

 


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