El mezcal, un destilado que conquista México y el mundo
Compartir:

* De Oaxaca a Durango, este licor artesanal gana terreno en el mercado nacional e internacional, destacando por su calidad y tradición

Por Fernando Olivas Ortiz
Ciudad de México.- 15 de agosto de 2025– El mezcal, bebida ancestral mexicana, ha experimentado un auge sin precedentes en los últimos años, consolidándose como un símbolo de identidad y orgullo nacional. Aunque Oaxaca sigue siendo el epicentro de su producción, estados como Durango, Estado de México y Jalisco han emergido como nuevos protagonistas, aportando diversidad y calidad a este destilado que seduce paladares dentro y fuera del país. Con una combinación única de tradición, sabor y versatilidad, el mezcal no solo enriquece la cultura mexicana, sino que también se posiciona como un complemento esencial en la gastronomía y la coctelería global.

El mezcal, elaborado a partir del agave, es mucho más que una bebida: es un reflejo de la cultura y el trabajo artesanal de comunidades mexicanas. En Oaxaca, su producción es un arte heredado por generaciones, donde los maestros mezcaleros transforman el agave en un destilado de sabores complejos mediante procesos que respetan técnicas ancestrales. Sin embargo, regiones como Durango han ganado reconocimiento por sus mezcales de agaves silvestres, que ofrecen notas únicas y distintivas. En el Estado de México y Jalisco, los productores han sabido innovar, combinando métodos tradicionales con estándares modernos de calidad, lo que ha permitido al mezcal conquistar mercados en Europa, Asia y Norteamérica. Esta expansión ha llevado el nombre de México a los bares y restaurantes más prestigiosos del mundo, donde el mezcal brilla tanto solo como en cocteles de autor.

El crecimiento del mezcal ha traído beneficios económicos y culturales significativos. En 2024, las exportaciones de mezcal alcanzaron los 50 millones de dólares, un incremento del 20% respecto al año anterior, según datos de la Secretaría de Economía. Este auge ha generado empleos en comunidades rurales y ha dado visibilidad a pequeños productores que antes pasaban desapercibidos. Actualmente, más de 20 estados mexicanos producen mezcal, con Oaxaca liderando, pero con aportes destacados de Durango, Guerrero, San Luis Potosí, Puebla, Michoacán, Estado de México y Jalisco, entre otros. La Denominación de Origen del Mezcal (DOM), establecida en 1994, protege la autenticidad de este destilado, garantizando que solo los productos elaborados en regiones específicas con métodos tradicionales puedan llevar su nombre.

El impacto del mezcal va más allá de lo económico. Su versatilidad lo ha convertido en un complemento ideal para la gastronomía mexicana, acompañando desde platillos tradicionales hasta creaciones contemporáneas. En catas especializadas, los consumidores descubren la riqueza de sus sabores, que varían según el tipo de agave, el terroir y el proceso de elaboración. En la mixología, el mezcal se ha consolidado como un ingrediente estrella, inspirando cocteles innovadores que destacan su carácter ahumado y complejo. Este fenómeno ha fortalecido la identidad cultural de México, posicionando al mezcal como un embajador de la mexicanidad que conecta con públicos de todas las edades y nacionalidades.

El mezcal no solo representa una bebida, sino una historia de esfuerzo, tradición y creatividad. Su creciente popularidad invita a productores a mantener la calidad y autenticidad que lo han hecho destacar, mientras los consumidores, tanto en México como en el extranjero, continúan descubriendo su magia. Desde una botella compartida en una celebración familiar hasta un coctel en un bar de Nueva York o Tokio, el mezcal se consolida como un complemento nacional que trasciende fronteras, llevando consigo el alma de México en cada sorbo.


Compartir: