El Día de la Mujer Indígena: un llamado urgente a la acción por sus derechos
*La conmemoración del 5 de septiembre visibiliza las luchas históricas de las mujeres indígenas, pero evidencia la necesidad de políticas públicas efectivas para combatir la discriminación y violencia que enfrentan
Por Marco Antonio García Blas
Ciudad de México.- El 5 de septiembre, Día Internacional de las Mujeres Indígenas, instituido en 1983 durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiahuanaco, Bolivia, rinde homenaje a la guerrera aymara Bartolina Sisa, asesinada en 1782 por su resistencia al colonialismo. Esta fecha busca reconocer las gestas heroicas de las mujeres indígenas, guardianas de la cultura y pilares de sus comunidades, pero también pone en evidencia las profundas desigualdades que persisten en su contra.
Las mujeres indígenas enfrentan barreras estructurales que limitan su desarrollo: acceso restringido al empleo, salud y educación, altas tasas de analfabetismo, escasa participación política y falta de recursos básicos como alimentación y agua. Además, la violencia doméstica y la discriminación por género, etnia y condición socioeconómica las hacen especialmente vulnerables. Estos desafíos reflejan una supresión sistemática que perpetúa la desigualdad y la impunidad.
En el ámbito internacional, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, ratificados por México, establecen principios para garantizar los derechos sociales, económicos y culturales de los pueblos originarios. Sin embargo, al ser instrumentos de “soft law”, no son vinculantes, lo que limita su efectividad. A pesar de ello, representan un avance en el reconocimiento de estos derechos y un marco para exigir políticas públicas másоснов
En 2017, la Relatora Especial de la ONU, Victoria Tauli-Corpuz, visitó México y emitió un informe en 2018 que identifica áreas clave para mejorar: acceso a tierras, autonomía, justicia y derechos económicos, sociales y culturales. El informe destaca la situación de mujeres indígenas y afromexicanas, afectadas por violencia, pobreza extrema y discriminación. Estas recomendaciones subrayan la urgencia de acciones concretas para garantizar sus derechos.
El Día de la Mujer Indígena no solo es un tributo a su lucha, sino un recordatorio de las deudas históricas con este sector. México debe pasar de los compromisos internacionales a políticas públicas efectivas que combatan la discriminación, promuevan la equidad y protejan a las mujeres indígenas de la violencia y la exclusión. La celebración del 5 de septiembre es un paso, pero la justicia plena requiere acciones sostenidas y transformadoras.