Sexalescentes: La Nueva Adolescencia que Despierta a los 60
* A los 60 años, hombres y mujeres desafían los estereotipos de la vejez al abrazar vida activa, llena de proyectos y pasiones
* Los “sexalescentes” protagonizan una segunda adolescencia, marcada por la experiencia y el deseo de seguir creciendo
Por Fernando Olivas Ortiz
Ciudad de México, 4 de octubre de 2025.- Mientras el término “sexagenario” queda relegado al olvido, una nueva palabra resuena con fuerza: “sexalescentes”, Así se denomina a las personas que, al llegar a los 60 años, rompen con los moldes tradicionales de la vejez y emprenden una etapa vibrante, comparable a una segunda adolescencia. Lejos de conformarse con una vida pasiva, centrada en la pensión o el descanso, los sexalescentes eligen participar activamente en la sociedad, con sus familias y amigos, y buscan actividades que les permitan seguir creciendo y disfrutando.
*Una generación que redefine la vejez
Los sexalescentes no se resignan a “mirar pasar la vida”. Por el contrario, se caracterizan por mantener un rol protagónico en los ámbitos afectivo, laboral y social. Con la confianza que otorgan las experiencias vividas, estas personas deciden seguir participando, explorar nuevos intereses y profundizar en aquello que los apasiona. “No es solo vivir, es vivir con propósito”, señala Ana María Torres, de 62 años, quien tras jubilarse como maestra abrió un taller de escritura creativa que reúne a personas de todas las edades.
¿Qué los distingue?
“Protagonismo activo”: Los sexalescentes no se retiran de la vida social ni afectiva. Mantienen relaciones cercanas con familia y amigos, y muchos continúan trabajando o emprendiendo proyectos.
“Pasión por aprender”: Motivados por la curiosidad, indagan, estudian y se involucran en actividades que los gratifican, desde viajar hasta aprender nuevas habilidades.
“Sinfonía de vida”: Para muchos, amor, trabajo y placer se entrelazan en una etapa donde ellos mismos dirigen su camino, tomando decisiones autónomas y conscientes.
*Proyectos que inspiran
A diferencia de generaciones pasadas, los sexalescentes no ven los 60 como el inicio del declive, sino como una oportunidad para reinventarse. Por ejemplo, Jorge Ramírez, de 65 años, transformó su pasión por la fotografía en un proyecto comunitario que documenta la vida de su barrio. “La edad no define lo que puedo hacer. Cada día es una chance para crear algo nuevo”, afirma.
En esta etapa, los sexalescentes forjan proyectos de vida que no solo los benefician a ellos, sino que inspiran a quienes los rodean. Desde voluntariados hasta emprendimientos, su energía y sabiduría demuestran que los 60 son solo el comienzo de una nueva aventura.
Los sexalescentes están redefiniendo lo que significa envejecer. Con una mentalidad abierta y un espíritu inquieto, demuestran que la vida no se detiene a los 60. Al contrario, es una etapa para redescubrirse, asumir nuevos retos y, sobre todo, disfrutar de la libertad de ser quienes siempre quisieron ser.