El futuro del foto periodismo: una profesión de múltiples satisfacciones, aunque plagada de riesgos
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Por Fernando Olivas Ortiz

Montevideo, Uruguay, 25 de octubre de 2025.- En un mundo donde la información fluye a velocidades vertiginosas, el periodismo se erige como un pilar indispensable para la democracia, pero también como una labor cargada de desafíos.

En el marco del Congreso de la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), que reunió a delegados de 14 países en la República Oriental del Uruguay del 23 al 25 de octubre, se debatió el rol del oficio en tiempos de crisis.

Sin embargo, más allá de las discusiones macro, la voz de los foto-periodistas emerge como un testimonio vivo de la pasión que impulsa esta profesión, pese a sus peligros inherentes y precariedades económicas.

Foto-periodismo: capturar la crudeza de la realidad con una cámara

El acto de retratar a la gente en la crudeza que desarrollan sus vidas es una emoción que nos deja una satisfacción única”, señaló en entrevista Ensio Faquieti, un foto-periodista de 33 años, durante su intervención en el taller organizado por FEPALC en Montevideo.

Faquieti, con una década de experiencia en coberturas de conflictos sociales y eventos deportivos, describió cómo cada disparo no es solo un registro técnico, sino un puente emocional hacia las historias humanas que dan vida a las noticias.

“Es vivir en el ojo del huracán, donde miles querrían estar, pero pocos se atreven”, agregó, enfatizando la adrenalina de documentar momentos efímeros que definen el pulso de la sociedad.

La participación de Sandro Pereyra, veterano fotógrafo uruguayo con más de 20 años en la actividad y editor de fotografía en el suplemento Lento de la diaria, elevó el realce de la sesión. Pereyra, conocido por sus ensayos visuales sobre desigualdad y protestas en la región, compartió anécdotas de coberturas en marchas silenciosas y protestas callejeras, donde el “zumbido” de la multitud se convierte en sinfonía capturada en píxeles. “Las imágenes no mienten; revelan los rostros de políticos, deportistas y anónimos que dan vida a las noticias cotidianas, ya sea en medios impresos o digitales”, reflexionó Pereyra. Su trayectoria, que incluye colaboraciones con agencias internacionales, ilustra cómo el foto-periodismo es esencial para humanizar la información, transformando datos abstractos en narrativas palpables.

Riesgos y precariedades: la cara oculta de una pasión inquebrantable

No obstante, el glamour de la captura instantánea oculta una realidad ardua. Los foto-periodistas enfrentan una actividad inherentemente peligrosa: exposición a zonas de conflicto, agresiones físicas y el constante acecho de la inestabilidad. “En América Latina, donde la libertad de prensa es frágil, cada asignación es un riesgo calculado”, detalló Faquieti, recordando incidentes en protestas donde colegas han sido heridos por gases lacrimógenos o detenciones arbitrarias.

Según informes de FEPALC y la Federación Internacional de Periodistas (FIP), la región registra un alza en amenazas contra reporteros visuales, con Uruguay como un oasis relativo en medio de tormentas en países vecinos.

A ello se suma la precariedad económica. “La mayoría de las ocasiones no es bien remunerado”, admitió Pereyra, quien detalló en forma somera las vicisitudes diarias: contratos freelance inestables, equipos costosos y salarios magros que condenan a muchos a una vida precaria.

“El sueldo es humilde y nos obliga a malabares para sobrevivir, pero la satisfacción del deber cumplido nos acompaña siempre”, prosiguió. Especialmente cuando logran imprimir fotografías únicas antes que sus competidores, esas imágenes que se viralizan en redes y definen la agenda pública. A pesar de ello, ninguno flaquea: “No cambiaríamos esta profesión por nada; nos permite estar donde el pulso de la historia late más fuerte”.

El Congreso FEPALC, cuyo lanzamiento se realizó el 23 de octubre en el Palacio Legislativo con el apoyo del Parlamento uruguayo, la UNESCO y el Ministerio de Educación y Cultura, sirvió de plataforma para alzar la voz contra estos desafíos.

Delegados de naciones como Perú, Brasil, Ecuador, Panamá y México coincidieron en la necesidad de fortalecer sindicatos para negociar mejores condiciones y capacitar en seguridad digital.

En un cierre emotivo, Faquieti y Pereyra coincidieron: el futuro del periodismo radica en su capacidad para adaptarse –con IA ética y narrativas multimedia– sin perder el alma humana que solo una lente apasionada puede capturar.


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