La FIL Guadalajara vuela más alto que nunca
* El caricaturista Oscar Manuel Rodríguez Ochoa, mejor conocido en el gremio y en las redes como (Luy)
* El mensaje es claro y directo: la FIL ya no es solo una feria, es el gran cohete que impulsa la literatura en español y quien quiera subir tiene que llegar con los deberes hechos
Por Juan José Perdomo
Guadalajara, Jalisco. – Si alguien tenía dudas sobre cuál es la feria del libro más importante de habla hispana, la edición 2025 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se encargó de borrarlas de un plumazo. Y no lo dicen solo las cifras –más de 850 mil visitantes esperados, 2 400 editoriales de 47 países y un país invitado de honor, España, que llegó con lo mejor de su cantera–, lo dicen también los pinceles y las plumas de los grandes caricaturistas que, año tras año, convierten a la FIL en su escenario favorito.
Uno de ellos es El caricaturista Oscar Manuel Rodríguez Ochoa , mejor conocido en el gremio y en las redes como (Luy), el monero que desde hace décadas retrata con ácida ternura la vida cultural mexicana. Su cartón de este año, titulado “Altos vuelos”, se ha vuelto viral incluso antes de que abrieran las puertas de Expo Guadalajara. En él aparece la FIL personificada como un superhéroe libro-rojo con capa, nariz y ojos humanos, surcando los cielos mientras una lectora emocionada se aferra a sus lomos y, detrás, un político con traje y corbata (cuya cara queda sospechosamente oculta) intenta subirse al vuelo de último minuto, estirando desesperado la mano.
El mensaje es claro y directo: la FIL ya no es solo una feria, es el gran cohete que impulsa la literatura en español y quien quiera subir tiene que llegar con los deberes hechos. “La caricatura es la forma más rápida de decir una verdad incómoda con una sonrisa”, comenta Luy entre risas mientras firma ejemplares en el stand de su editorial. “Este año quise mostrar que la FIL dejó de ser un evento local o incluso nacional; ya es el epicentro literario de todo el continente y más allá”.
Y los números le dan la razón. Mientras otras ferias del libro en América Latina batallan por mantener afluencia y presupuesto, Guadalajara rompió su propio récord: más de 14 mil actividades profesionales, 650 presentaciones de libros y la presencia de premios Nobel, Cervantes y Princesa de Asturias en la misma semana. Madrid y Bogotá son magníficas, pero ninguna logra congregar bajo un mismo techo a autores de 60 países distintos hablando español, inglés, portugués, francés y lenguas indígenas.
“Vengo desde Asunción del Paraguay y es mi tercera FIL”, cuenta la editora Lilian González. “Aquí cierras contratos que en otras ferias ni siquiera te contestan el correo. Es como si todo el mercado editorial hispano se diera cita en nueve días”. También. El Gobierno de Guadalajara entregó al icónico cantautor español, las Llaves de la Ciudad y lo nombró Huésped Distinguido, la máxima distinción que la capital jalisciense concede a un extranjero. Asimismo un Doctorado honoris causa de parte de la UDG.

Los caricaturistas, esos francotiradores de la opinión pública, lo saben mejor que nadie. Además de Luy, en los pasillos se vieron originales de “Kemchs”, “Darío Castillejos”, “Rocha” y hasta un homenaje póstumo a “Rius”, el gran maestro que tanto amó esta feria. Todos coinciden: la FIL ya no compite en México; compite (y gana) en el mundo.
Así que cuando vean el cartón de Luy circulando por redes, no se queden solo con la gracia del dibujo. Lean entre líneas: un libro rojo con capa acaba de despegar desde Guadalajara llevando a lectores, autores y sueños a altitudes que nadie más alcanza en el continente.
La FIL no pide permiso para volar alto. Simplemente lo hace. Y nosotros, los que amamos los libros, vamos felices de ir colgados de su capa.
