Un cuarto de siglo de revoluciones digitales: Internet, redes sociales e IA transforman el mundo y el periodismo
* Estos 25 años nos han llevado de un mundo analógico a uno hiperconectado e inteligente, donde las maravillas tecnológicas revelan realidades antes ocultas
Por Fernando olivas Ortiz
Ciudad de México, 31 de diciembre de 2025.- El primer cuarto del siglo XXI ha sido testigo de una aceleración tecnológica sin precedentes, que ha redefinido la comunicación global, la difusión de información y la profesión periodística.
En los últimos 25 años, desde el año 2000 hasta este 2025, el mundo ha experimentado cambios profundos impulsados por la tecnología. Lo que comenzó con la consolidación de Internet como herramienta cotidiana evolucionó hacia el explosivo auge de las redes sociales y, en los últimos años, la irrupción masiva de la Inteligencia Artificial (IA). Estas transformaciones no solo han conectado a miles de millones de personas, sino que han alterado radicalmente cómo percibimos la realidad, consumimos noticias y ejercemos el periodismo.
A inicios del siglo, Internet ya era una realidad, pero su masificación llegó con la década de 2000. Plataformas como Facebook (2004), Twitter (2006, ahora X) e Instagram (2010) democratizaron la comunicación, permitiendo que cualquier persona compartiera información en tiempo real.
De ser herramientas de conexión personal, las redes se convirtieron en el principal canal de noticias: hoy, eventos globales se conocen en segundos, desde catástrofes naturales hasta crisis políticas. Esta inmediatez ha acercado realidades distantes, pero también ha generado desafíos como la desinformación y la polarización algorítmica.

El punto de inflexión llegó con la IA generativa, especialmente a partir de 2022-2023 con herramientas como ChatGPT. En 2025, la IA se ha integrado de forma consciente en la vida diaria: desde asistentes en WhatsApp y Google hasta editores de contenido en redes como TikTok e Instagram. Ya no es invisible; los usuarios la activan voluntariamente para redactar textos, generar imágenes o personalizar experiencias. Este año ha marcado su expansión a la política, la economía y el trabajo, con inversiones masivas en infraestructura y debates sobre riesgos éticos.
Para los periodistas, la IA ha revolucionado el oficio. Herramientas automatizadas generan artículos en temas financieros o deportivos (como en The Washington Post o Bloomberg), liberando tiempo para investigaciones profundas. Sin embargo, el periodismo tradicional ha cambiado: radio y televisión compiten con redes sociales que dominan la “tribuna de noticias” con velocidad vertiginosa.
La redacción automática, el análisis de big data y la personalización de contenidos son ahora esenciales, pero plantean retos éticos: precisión, verificación y el rol humano en un mundo de “slop” (contenido de baja calidad generado por IA).
Estos 25 años nos han llevado de un mundo analógico a uno hiperconectado e inteligente, donde las maravillas tecnológicas revelan realidades antes ocultas, pero también amplifican desigualdades y riesgos. El periodismo, como espejo de la sociedad, debe adaptarse para preservar su esencia: informar con verdad en un ecosistema veloz y algorítmico.
