El Hermoso Puente Negro de la Capital Sinaloense, Icono Culichi
Juan Quiñonez Meza
Culiacán, Sinaloa, México.- Icónico, atemporal, mágico así es el famoso Puente Negro de Culiacán, ciudad situada al noroeste de México, es testigo del paso del tiempo entre historia y modernidad. Sin duda alguna el Puente Negro, es símbolo, punto de referencia, orientación y parte del paisaje urbano de la capital sinaloense que tiene más de 100 años de servicio y de historia, tiempo que permitió que Sinaloa diera un gran paso a la prosperidad y al desarrollo que hasta el siglo XIX ese encontraba apartado del noroeste del país.
Inicios
De acuerdo a datos de la Secretaría de Turismo el 1907, el puente fue construido por la compañía American Bridge Company mediante el encargo de la Southern Pacific para crear la Línea de Carga de Materiales y Pasajeros del Norte del Estado de Sinaloa. Pero fue en el año 1909 cuando fue puesto en operación y se convirtió en el primer puente que unió las dos orillas del Río Culiacán hasta la creación del puente Cañedo, hoy denominado Miguel Hidalgo, que sostiene a la avenida Álvaro Obregón a su paso por el Río Tamazula.
Antes de la construcción de los puentes Cañedo y el mismo Jorge Almada, los vehículos lo utilizaban como alternativa para salvar las grandes crecientes del Río Culiacán; el ferrocarril Sud-Pacífico se encargó de hacer la prueba de resistencia al término de la obra.
Después de haber terminado los trabajos, el puente fue pieza importante en el desarrollo de Sinaloa, pero en septiembre de 1917, la creciente del Río Tamazula y el caudal del Humaya formaron una masa de agua de irresistible presión que terminó por destruir una parte del puente.
De acuerdo a la historia las fuertes aguas destruyeron los cimientos y rompieron un pilar que unía dos secciones; el tráfico de trenes y ferrocarriles se interrumpió desde el 18 de septiembre de ese año hasta 1924, cuando se concluyeron los trabajos y se edificó el tercero de los arcos metálicos.
La centenaria estructura ferroviaria por donde corrieron las locomotoras del Ferrocarril del Pacífico, Ferrocarriles de México y Ferrocarriles Nacionales, ha discurrido con el tiempo.
Este puente rompió el aislamiento de la capital del estado con una dilatada región del noroeste del país, pues se pudo explotar la agricultura de exportación y fue vía de paso para miles de buscadores del “sueño americano” que lo recorrieron con los ánimos de una nueva vida.
Modernidad
Testigo de corrientes de historia que arrastran tiempo y vidas en su cauce en su centenaria presencia sinaloense, el puente ve no muy lejano el fin de su vida: el proyecto de desviar las vías y sacarlas de la ciudad puede concretarse en pocos años.
Actualmente el puente está iluminado por las noches, y es uno de los sitios predilectos de los “culichis” para admirar los hermosos atardeceres de la ciudad.
Fuente: culichi town