LOS TOLEDO DE LOS MOCHIS, SU EMPORIO ECONÓMICO Y EMPRESARIAL EN EL SIGLO XX
Compartir:

 

* Para la realización de esta remembranza, se entrevistó a varios personajes que de una u otra manera tuvieron contacto directo con el reconocido patriarca

* Dicen que en alguna ocasión le preguntaron a Don José Luis Toledo si era de Los Mochis, contestando con una famosa frase “No, Los Mochis es mío”.

Los Mochis, Sinaloa, México.-  En los albores del siglo pasado, llegó a esta ciudad , más o menos como en 1931, una familia procedente de Yahualica de González Gallo, Jalisco; Don José Luis Toledo, su esposa Francisca González, conocida cariñosamente como “Pachita”, además de sus hijos, José Luis, Arturo y Esthela, convirtiéndose con el tiempo en uno de los personajes icónicos y pionero del crecimiento de la entonces conocida como “Ciudad Cañera”, por su grandioso Ingenio Azucarero, siendo uno de sus fundadores el estadounidense Benjamín Francis Johnston. La primera zafra del Ingenio se dio en 1903.

En Los Mochis, nacieron los otros 4 hijos de Don José Luis y Doña “Pachita”, siendo estos; Víctor, Celina, Armida y Roberto. 7 en total. El orden en que nacieron los hermanos fue el siguiente: José Luis, Arturo, Esthela, Armida, Celina, Víctor y Roberto.

Para la realización de esta remembranza, se entrevistó a varios personajes que de una u otra manera tuvieron contacto directo con el reconocido patriarca, con sus hijos y algunos nietos, quienes solicitaron en su mayoría, se omitieran sus nombres como una manera de respeto a esta familia.

Uno de los entrevistados cuenta que inició su relación laboral con Don José Luis, más o menos como en 1956, cuando ya había construido el “Gran Hotel Toledo”, que inicialmente se llamó “La Perla de Occidente”. Con el paso del tiempo fue cerrado y en la planta baja inició la famosa tienda de ropa, con su logotipo “Casa Toledo, Bueno, Bonito y Barato”, utilizando el primer piso del ex hotel como una gran bodega del almacén. No había calles pavimentadas todavía en el primer cuadro de la ciudad, edificios que fueron demolidos borrando de tajo la historia del viejo Mochis. (Actualmente en este mismo lugar se construyeron varios edificios). En Culiacán y otras ciudades de Sinaloa, se instalaron dichas tiendas de ropa, pero con el tiempo cerraron.

Fotografía antigua, de la casa Toledo

Cuentan, que cuando Don José Luis Toledo, llegó a Sinaloa, con su esposa y sus 3 hijos, concretamente a Guasave, a visitar a un hermano, su intención era descansar para posteriormente continuar su camino a los Estados Unidos, recomendándole su hermano que explorara primeramente Los Mochis porque estaba seguro de que iba a ser una ciudad que tendría mucho futuro. Siguiendo este consejo, Don José Luis se asentó en Los Mochis, y desde ese momento se empezó a cumplir su sueño; acumular riqueza y poder. Qué no hubo ningún negocio que se le fuera de las manos sabiendo que le iba a dejar dinero, que también era prestamista, avaro y fumador empedernido, entre otras cosas, con un comportamiento comparativo a los ricos de la época de Porfirio Díaz.

De los 7 hijos, José Luis Toledo (Junior), el primero de ellos, considerado una buena persona, apreciada por su manera de ser, fue el responsable de administrar “Casa Toledo”, así como otros negocios de la familia; Zapaterías, decenas de hectáreas y renta para distintas siembras. En la tienda de ropa era apoyado por su hermana Esthela, poseedora de tremendo carácter y elitista. Roberto, este último, con menor jerarquía y responsabilidad en la tienda, con fama de apostador. Arturo se recibió de médico y su papá construyó La Central Médica Quirúrgica, hospital mínimamente para clase media alta, con tecnología de punta de esa época que sigue funcionando en la actualidad con otro nombre, propiedad de la familia y de gran prestigio.  Cabe señalar que esta Clínica se inauguró en 1966 o 1967 y como invitado de honor un gran amigo de Don José Luis Toledo, Agustín Llanes, ex gobernador de Jalisco y ex ministro de Agricultura en el sexenio del presidente de la República, Adolfo López Mateos (sic).

Su hija Armida es propietaria del Hotel Posada Real, que después de una época de bonanza también está en el abandono desde hace años. Celina, siempre cuidada por la familia debido a un problema de salud. Víctor se dedicó a otras actividades como; bienes raíces, a la política local donde fue tesorero del Ayuntamiento y propietario del periódico La Verdad de Sinaloa, instalado en la vieja casona paterna, que dejó de editarse. Tiempo después fue cuando demolieron la mansión de los Toledo, terreno listo para una futura construcción. José Luis y Víctor siempre aspiraron a la presidencia municipal de Ahome (Los Mochis), pero ninguno pudo ver cumplimentado ese anhelo.

Don José Luis (padre), cuando ya estaba encumbrado económicamente, aceptado por la élite de unas cuantas familias de abolengo de Los Mochis, construyó la majestuosa residencia familiar que estuvo ubicada por muchos años por la calle Cuauhtémoc, entre Zaragoza y Guillermo Prieto, frente al Mercado Cuauhtémoc. En esa misma área, la Comisión Federal de Electricidad y la Cámara de Comercio de Los Mochis.

La descendencia de José Luis Toledo González (Junior) y su señora esposa, fueron; José Luis (III), Javier, Francisco, Alberto, Arturo, Leticia y Gabriela. Pancho Toledo, ha seguido los pasos de su abuelo y su padre, convirtiéndose en un reconocido empresario de bienes raíces en todos sus aspectos, además de otros negocios.

De Esthela y su finado esposo Doctor Eduardo Fremont, se recuerda a su hijo José Eduardo, reconocido cardiólogo y su hermana Esthela, dedicada también a la administración de su patrimonio es necesario resaltar, que, frente a la tienda principal, también se construyó un andador comercial a cielo abierto  el “Pasaje Toledo”   entre Hidalgo  callejón  Agustín  Melgar  y con el tiempo de los años se ha ido remodelando, de tal manera que, para simular un techo, tomaron una muestra de una ciudad europea, instalando cientos de sombrillas o paraguas de distintos colores, que le da una belleza sinigual.

Don José Luis Toledo, el patriarca de la familia, falleció presuntamente por cáncer y al tiempo, su esposa Doña “Pachita”, su compañera de toda la vida. De los 7 hermanos solo viven Esthela y Armida, quienes emigraron a Guadalajara.

Cabe señalar, que no fue fácil recabar la información para este reportaje de investigación, pero queda abierta la posibilidad de una segunda parte. Por supuesto que está muy escueta y contiene muchos vacíos, pero si hay la oportunidad de subsanarlos, se continuará con esta interesante historia, creada por un hombre y su familia que un día salió de Yahualica, Jalisco, con rumbo a los Estados Unidos y que el destino los llevó a la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, donde quedarán para siempre en los anales de la historia.


Compartir: