Retrospectiva Histórica de la Universidad Autónoma de Sinaloa Lo que la Universidad fue, es y Hace
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Juan Quiñónez Meza

Siendo inaugurado en la ciudad de Mazatlán, por dificultades políticas en 1874 los poderes estatales se trasladaron a Culiacán y, con ellos, también el Liceo Rosales, cambiando éste su nombre original a Colegio Rosales, pero experimentando, a la vez, una interesante transformación en su oferta educativa: diseñó y empezó a impartir carreras profesionales como la de ingeniero agrimensor, topógrafo e hidrógrafo, abogado, contador (tenedor de libros), químico (ensayador de metales) y profesor de educación básica.

Concluida la Revolución mexicana, en 1918 el Colegio Rosales se transforma en la primera y original Universidad de Occidente. El gobernador del Estado general Ramón F. Iturbe decreta en su favor la autonomía con la finalidad de que la Universidad tuviera la capacidad jurídica para decidir su proyecto académico, administrar su patrimonio y autogobernarse, configurando así un caso pionero de reforma universitaria en el país: bajo un visionario cuanto novedoso modelo de universidad regional, la institución comprendió a los diversos niveles académicos: secundaria, normal, bachillerato, educación para adultos y educación continua, carreras técnicas y de licenciatura; desarrolló un ambiente de libertad de cátedra, derecho a la educación y solidaridad con los amplios intereses sociales.

La Universidad de Occidente mudó, en 1922, a Colegio Civil Rosales. Este se nutre del régimen de autonomía, del ambiente de libertad y de la tradición académica de sus antecesoras.

Más tarde, a influjo del cardenismo, en 1937 se transformaría en Universidad Socialista del Noroeste, en tanto tal es promotora y soporte de las grandes reformas sociales de la época.

Con el gobierno del general Lázaro Cárdenas culmina la época de la Universidad Socialista del Noroeste, pasando, en 1941, a ser Universidad de Sinaloa. El 4 de diciembre de 1965, la institución recobra y desarrolla su autonomía abrogada en 1937. Con el nuevo ordenamiento legal, desde aquel año mantiene su denominación actual de Universidad Autónoma de Sinaloa.

La institución, en los años sesenta y setenta, vivió intensamente la movilización de sus estudiantes, maestros y trabajadores, con episodios de crisis y desestabilización. Sin embargo, a partir de 1977 el movimiento universitario por si solo fue capaz de restablecer la normalidad institucional fortaleciendo la orientación cultural, la planeación de su desempeño y el mejoramiento general de una Universidad cada vez más comprometida con la academia y la sociedad sinaloense, bajo el lema preciso y continuado de: superación académica y compromiso social.

El proceso de regularización académica, de entonces a la fecha, se manifestó en acciones para profesionalizar al magisterio, desplegar la investigación científica y el posgrado, profundizar la extensión cultural, a la par que reorganizar las estructuras administrativa y financiera de la institución.

Sin dejar de lado la madurez adquirida durante tantos años de lucha histórica, no podemos soslayar la contextualización en que está inmersa en el sistema educativo mexicano, teniendo en común denominador nacional, los problemas de expansión, innovación y desarrollo científico y tecnológico.

Estas condiciones empujan a las autoridades universitarias a empujar junto con las demás universidades e instituciones de educación superior todas las exigencias que la modernidad le exige a estas.

 

Al respecto, el ex rector de  la casa rosalina, Jorge Medina Viedas, se hacia las siguientes preguntas: ¿cuál puede ser la razón política, ética, social,  histórica, por la que siempre hay un déficit en los presupuestos universitarios? ¿Por qué los recortes recurrentes? ¿Por qué los recursos a planos concursables? ¿Por qué la discrecionalidad y el insuficiente respaldo de gobiernos locales y la frialdad tecnocrática de funcionarios federales? ¿Será por eso el peregrinar de los rectores por las cámaras, las oficinas hacendarias y de la Secretaría de Educación, y cuando las condiciones lo exigen, ese peregrinar se realiza por las calles?

 

En la actualidad, nuestra alma mater es otra, desde el año 2015 hay un proyecto de universidad viable, pertinente, coherente, moderna y sin convulsionamientos de orden interno debido al choque de los llamados grupos políticos, esto ha permitido que la universidad se posicione en el ánimo de  la ciudadanía sinaloense como una institución de educación superior pujante, innovadora y de acuerdo a los tiempos modernos de México y el contexto educativo y económico mundial.

Hay universalidad de ideas, prestigio y certero rumbo, solo falta apoyo del gobierno para seguir en el camino del saber y la cultura por bastantes años más.

 

Fuentes:La UAS: historia y destino, Jorge Medina Viedas

3:26http://www.uas.edu.mx/nuestra-universidad/historia-de-la-uas

Escrito por  Jorge Medina Viedas


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