Chile: FEPALC demanda justicia a 50 años del golpe de estado
El 11 de septiembre de 1973, el presidente democráticamente electo Salvador Allende fue depuesto por un golpe militar que mantuvo al país bajo el mando del gobierno dictatorial del general Augusto Pinochet hasta 1990. En ese período, activistas, artistas, trabajadorxs y ciudadanxs sin afiliación política fueron detenidxs, torturadxs, desaparecidxs y asesinadxs. Lxs periodistas y trabajadorxs de prensa no fueron la excepción y al día de hoy se contabilizan al menos 37 profesionales de los medios de comunicación y estudiantes asesinados por el gobierno de facto. Esta cifra fue confirmada
y honrada por el gobierno de Gabriel Boric este año, al colocar una placa en homenaje en la sala de prensa del palacio de La Moneda el 11 de julio pasado, fecha en la que se celebra el Día de lxs Periodistas.
Placa conmemorativa en homenaje a las y los periodistas asesinados y desaparecidos, colocada en la sala de prensa del palacio presidencial de Chile
De acuerdo con información oficial, fueron cerca de 230 lxs periodistas que fueron encarceladxs durante este período, además de otrxs 70 que no ejercían formalmente la profesión pero estaban directamente vinculadxs a ella.
Pero la censura de la dictadura no solo consistió en la detención y asesinato de periodistas, sino que también se aplicó sobre los medios de comunicación. La mañana del 11 de septiembre de 1973 el Bando N°1 ordenó a los medios afines al gobierno de la Unidad Popular suspender sus actividades, clausurándolos, confiscando sus bienes, deteniendo y exiliando a sus funcionarixs. En la llamada “Operación Silencio”, las antenas transmisoras de las radios afines al gobierno de Allende fueron bombardeadas por aviones militares para aislar al presidente mientras se desarrollaba el golpe. La única antena que logró mantenerse en pie durante esa jornada fue la de “Radio Magallanes”, que fue la emisora en la que Allende transmitió su último mensaje al pueblo chileno. Luego de ello, Magallanes también fue silenciada.
Durante el gobierno de facto, la dictadura buscó el control de los medios. Una vez que las publicaciones favorables a Allende desarticuladas, el Decreto Ley 1.009 modificó la Ley de Seguridad del Estado, facultando al tribunal competente para suspender la publicación o transmisión, hasta por diez días, del diario, revista, emisora radial o canal de televisión infractores. Los medios autorizados a funcionar, tampoco podían hacerlo de manera libre.
A 50 años del golpe de estado en Chile, la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe recuerda a lxs colegas detenidxs, asesinadxs y desaparecidxs, y destaca que sin procesos de memoria, verdad y justicia, la historia está condenada a repetirse. En momentos en los que la región se encuentra frente a la revitalización de discursos negacionistas, el trabajo de lxs periodistas y trabajadorxs de los medios de comunicación es fundamental para la construcción de memoria histórica y para el fortalecimiento democrático. Recordar la labor de quienes cayeron en el cumplimiento de la labor informativa en momentos difíciles debe ser el faro para esta tarea.