José Melchor Oscar Ávila mensajero del amor y la tertulia en Sinaloa
Compartir:

* Orgulloso director del Cuarteto San Miguel, conocido también como “La Bohemia Elegante”

*  Licenciado en Periodismo por la Escuela de Filosofía y Letras de la UAS

Rafael Báez Molina

Uno de los talentos más carismáticos reconocidos en Sinaloa, es  José Melchor Oscar Ávila; músico, cantautor, escritor, periodista, catedrático, investigador, deportista, entre otras cosas. Autor del libro, “Sinaloa, tierra de compositores y artistas; un viaje por su geografía e historia”. Contiene además su autobiografía. Es integrante de la Asociación de Periodistas de Los Mochis, la siguiente es un breve esbozo de quien ha logrado trascender y demostrar que (se puede ser profeta en su tierra).

El libro de José Melchor Oscar Ávila, es parte de una monografía musical de valiosísimo contenido referente a los 18 municipios de Sinaloa y como dice en el mismo libro…” ¿Qué sinaloense que se jacte de serlo, no ha sentido que el corazón le estalla cuando escucha que chicotea la tambora?”. 

Hace ya algunos meses, nuestro decano y mentor Don Fernando Olivas Ortiz, Director de la Revista Intercontinental de la Ciudad de México, (de circulación nacional e internacional) y actual Fiscal de la Federación de Periodistas de Latinoamérica y el Caribe, me encargó la elaboración del perfil biográfico de nuestro querido amigo y colega sinaloense, José Melchor Oscar Ávila, a quién cariñosamente  le digo el “Mil Usos”, porque es más rápido que diga lo que no sabe hacer, de otra manera tardaría una eternidad,  pero por una u otra cosa, no podíamos coincidir para sentarnos a dialogar, menos con la llegada del  terrible “coronavirus”, pero como todo; “no hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegue” y ante una aromática taza de café en la casa de quién esto escribe, nos pusimos a platicar, cumplimentando así, la encomienda que se nos había requerido.

Melchor, como es más conocido entre sus amigos, nació el 7 de septiembre de 1962, en Culiacán Rosales, Sinaloa; sus padres fueron; Isaías Millán Ríos y la señora Manuela Ávila Villa (finados); casado con el amor de su vida, la Doctora y catedrática universitaria, Patricia Genoveva López Sauceda, procreando dos hermosos hijos; Oscar Manuel y MaríaJosé, de 16 y 12 años de edad, respectivamente.  Cel. 6671 55 0330. E-mail osmel7@live.com.mx

 En lo deportivo, Cinta Negra Primer Dan en Karate-Do estilo japonés de Okinawa (UAS-Federación Mexicana de Karate Do), equivalente a Licenciatura, técnico instructor en música en la Escuela de Música de la UAS, Lic. en Educación Musical con acentuación en Pedagogía (enseñanza escolar), Instituto Superior de Arte de La Habana, Cuba). Lic. En Periodismo (Escuela de Filosofía y Letras de la UAS), Nivelación de Técnico Instructor en Música, Unidad Académica de Artes, Escuela de Música de la UAS, 2013-2017 Doctorado en Gestión Educativa; (Centro de Investigación e Innovación Educativa del Noroeste Campus Culiacán), es profesor e investigador de tiempo completo de la UAS. Ha asistido a infinidad de cursos y talleres, siempre en busca del conocimiento y la superación personal.

En la Escuela de Música de la UAS, fue integrante del Trío Universitario, del “Cuarteto Colhuacan”, de la Rondalla Varonil “La Trova del Humaya”, de la “Rondalla Universitaria Mixta” de la UAS, profesor de música en la preparatoria abierta “Reforma”, así como Coordinador de grupos musicales y extensión cultural de la misma Escuela de Música, Coordinador Administrativo y Coadyuvante del proyecto de Licenciatura en Educación Musical.

De 1996 a la fecha, integrante como primera voz, guitarrista, Cabasa y orgulloso director del Cuarteto San Miguel, conocido también como “La Bohemia Elegante”.

Significado de Cabasa: Nombre de un instrumento “idiófono” de frotación. Consiste de un coco seco, al cual se le hace un rayado exterior y una empuñadura, se cubre con tiras de cuentas de semillas huecas, que, al frotarla contra el coco, producen el sonido.

Actualmente; Maestro de guitarra popular, maestro en la Licenciatura en Música, donde imparte las cátedras de Ética, Estética, Sociedad y Profesión, Etnomusicología y Taller de Metodología de la Investigación. Así como asesorías en elaboración de tesis y tutorías. Director y primera voz del Cuarteto San Miguel de la Unidad Académica de Artes de la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Participación como cantautor en dos Festivales de la Canción del Centro nocturno “la Cava”, realizado en el Hotel Executivo en Culiacán donde ganó el primer lugar de los dos concursos. Reconocimiento por su brillante participación en el Vigésimo Festival Nacional de Rondallas “Puebla 1993” categoría Campeón de Campeones en la Feria de Puebla, (Ateneo de Puebla).

Tuvo también participación en el “XII Festival  de Boleros de Oro” en las ciudades de La Habana y Varadero en Cuba “(Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba); Participación en el “I Festival Boleros en Concierto”, en la ciudad de Pereira, Departamento de Risaralda, Colombia; Participación en los elencos musicales de los proyectos multidisciplinarios (teatro, poesía, música, canto, danza y multimedia), montados por la Compañía Sabaiba Teatro, dirigida por el maestro, Lázaro Fernando Rodríguez Gastélum: Pueblos mágicos de Sinaloa (Mocorito, El Rosario y El Fuerte) 2018 y 2019 y Homenaje al pescador, Viejo Lobo de Mar en 2019, como Director Musical

Pero su máximo orgullo, lo es y lo será siempre su Cuarteto “San Miguel”. Nace como tal en 1995, bajo la dirección del profesor de guitarra e Ing. Eladio Laguna Pérez*, teniendo como antecedente el Cuarteto “Colhuacan”. Sus integrantes son maestros del Taller de Guitarra Popular de la Escuela de Música de la Universidad Autónoma de Sinaloa y tiene como objetivos centrales rescatar, preservar y difundir la música popular sinaloense, en particular, y la mexicana en general. Sus elementos tienen mucha experiencia en el ambiente musical, pues han pasado por rondallas, trovas, cuartetos, tríos, etc., hasta llegar a lo que es hoy el Cuarteto “San Miguel”.

En Culiacán han compartido el escenario con cantautores y grandes artistas de talla nacional e internacional como José Ángel Espinosa “Ferrusquilla”, Guadalupe Pineda; Los Tres Tenores (Alberto Ángel “El Cuervo”, Humberto Cravioto y Valente Pastor); la desaparecida Elena Bourke, mejor conocida como “la Señora Sentimiento” y Alejandro García “Virulo” ambos de Cuba; Alexander Cuesta Moreno y Niyireth Alarcón, los dos de Colombia; el desaparecido Carlos Díaz “Cahíto” (Argentina), entre otros.

Han participado en todas las ediciones del Festival Internacional Universitario de la Cultura (FIUC) que realiza anualmente la Universidad Autónoma de Sinaloa y en el Festival Sinaloa de las Artes (1999); En el aniversario luctuoso del Ídolo de México Pedro Infante, en su natal Guamúchil Sinaloa. Compartieron el escenario con Pedro Infante Jr. y Lupita Infante Torrentera, así como con su hija primogénita originaria y radicada en esa ciudad.

En el magno evento montado en la ciudad de Culiacán y organizado por TELEVISA para conmemorar el 50 aniversario de la partida del orgullo de Sinaloa; Pedro Infante, y que contó con la actuación de los sinaloenses “Banda el Recodo” de Don Cruz Lizárraga, Sheila Tadeo y Paty Navidad, así como artistas de talla internacional como Pedro Fernández, Shayla Durcal, Pablo Montero, Edith Márquez, entre muchos otros, con la magistral conducción de Verónica Castro y el “Gallo” Calderón. El cuarteto San Miguel tuvo el honor de amenizar el convivio con tan grandes personalidades del ámbito artístico y político en Casa de Gobierno en Culiacán, la cual en la actualidad ya no funciona como tal.

En el terreno internacional han pisado escenarios en La Habana, Cuba, en el XII Festival “Boleros de Oro” y en Pereyra, Colombia, en el II Festival “Boleros en Concierto”, ambos en 1998. Su participación en este último país, les generó que la canción que interpretaron “Solamente una vez” de Agustín Lara, fuera incluida en la grabación del disco compacto del evento.

Tanto en Cuba como en Colombia, compartieron el escenario con músicos de la talla de César Portillo de la Luz, autor de los boleros “Delirio” y “Contigo en la Distancia”, José Dolores Quiñónez, autor de temas inolvidables como “Vendaval sin rumbo” inmortalizada en acetatos y en el cine nacional de México por Javier Solís y Los Aretes de la Luna. Ricardo Pérez Martínez, Rey Montesinos, todos ellos de Cuba; el recientemente fallecido Vicente Garrido, Tehua, Marcial Alejandro (México); Roberto Siuguria (Japón); Jaime R. Echavarría y Jimmy Contreras (Colombia); Ricardo Loor (Ecuador), entre otros.

Complacieron con algunas melodías del Sinaloa tradicional al cantautor cubano, Pablo Milanés. Asimismo, amenizaron una comida con el prolífico escritor español Arturo Pérez Reverte, autor de “La Reina del Sur”, entre otras novelas.

En otros eventos de suma importancia, han tenido la oportunidad de mostrar su arte y folclor a embajadores, cónsules, agregados culturales, ministros, empresarios y gobernadores de países como; Cuba, Colombia, Argentina, Ecuador, China, Corea, Indonesia, España y Estados Unidos, así como diputados, senadores, gobernadores y secretarios de estado de México.

Discografía: Mi gusto es (Producido por el Ayuntamiento de Culiacán), Canciones de mi tierra…Sinaloa volumen I (coproducción UAS-UPES), Canciones de mi tierra…Sinaloa volumen II (coproducción UAS-UPES), Romance ranchero:(acompañando al cantautor Pedro Beltrán), Disco del Festival Boleros de Oro La Habana Cuba, Disco del II Festival Boleros en Concierto en Pereira, Risaralda, Colombia.

Los integrantes del Cuarteto “San Miguel”.  son: José Melchor Óscar Ávila, primera voz, Cabasa y Director; Manuel López Álvarez, tercera voz guitarra y/o bajo; Marco Aurelio Pérez Cabrales, tercera voz, requinto y/o bajo y Pablo Osuna Avilés, segunda voz, guitarra y solista.

Melchor reconoce que su niñez no fue del todo fácil, Su mamá le decía “a todo le tiras y a nada le pegas”, porque siempre estaba buscando cosas nuevas, estudios, trabajos, que le permitieran escalar intelectual y socialmente, pero, sobre todo; subsistir. Su papá fue músico, tocaba el bajo sexto y era maestro de obras (albañil), le enseñó este noble oficio y su madre a pegar tabique, además su gusto y el amor por la música. De niño fue ayudante de albañil, con su padre, luego, por corto tiempo maestro albañil, o “cuchara completa y tirolero”, esto, mientras estudiaba la carrera de Ingeniero Civil. También fue bolero, en el Cuartel de la IX Zona Militar en Culiacán, mandadero, vendedor de limones, de cobre, de bollos, limpiador de tumbas.  Instructor de Karate-Do, en el CREA Culiacán, DIF de San Ignacio y Casa de la Cultura de Ajoya, San Ignacio, Sinaloa, pueblo natal de su padre. Maestro de música en una preparatoria particular y luego de estudiar música; por fin, maestro universitario. Y lo dice con mucho orgullo. Todo un ejemplo a seguir.

Por supuesto que en este artículo no podría faltar la historia de sus padres. Isaías Millán Ríos, era hijo de Don Federico Millán Mellado y Doña Rosario Ríos Vega, sus abuelos, Don Isaías nació el 6 de julio de 1938, en la Rivera del Rio Verde (Piaxtla), ahí en el pueblo serrano de Ajoya, en el municipio de San Ignacio, Sinaloa. La infancia de su padre transcurrió feliz, en la tranquilidad de la vida campirana, ayudando a fabricar represas para sacar pequeños peces llamados “Alegüitos”, por los lugareños, así como también, camarones de Río.

Escuchaba los sonidos de las aves, del agua golpeando la roca, en el meandro que se forma en el Río verde. Alguna vez le dijo que le ayudaba a su mama Doña Chayo, a vender pan de mujer y otro pan “abetunado”, al que le hacía cuadritos con un cuchillo, empanadas rellenas de pasta de calabaza y en temporada, cargaban una burra con sendas jabas de ciruelas para venderlas en la cabecera municipal.

Su infancia daría un cambio radical, pues pronto partiría con su madre y sus hermanos menores, José Adán y Evangelina, buscando un mejor destino, contaba con nueve años de edad.

Doña Chayo Ríos, empeñó su casa de ladrillo y teja, que contaba con una huerta junto al Río, en doscientos pesos, lo que no incluía la mesa de ébano y otros artículos, que posteriormente se llevó.

Además, vendieron una burra, dos burros, un macho, nueve vacas y las tres vaquillas de los niños; “La Percudida”; de Isaías, “La Colorín”, (de color enchilado) de Adán y “La Patito” era cuatezona, con manchas grandes, negras y blancas; de la pequeña Evangelina.

Partieron en tranvía a la cabecera municipal, de ahí al Puerto de Mazatlán, por estar más cerca que Culiacán. Se alojaron en casa de Doña “Hesiquia”, donde permanecieron por espacio de un año, en la colonia “La Loma de la estratosfera”. Ahí, Doña Chayo, “Torteaba a mano”, tortillas de nixtamal (no existían tortillerías al menos no por esos rumbos. En un canasto, el pequeño Isaías, hacia la entrega de las tortillas en casas, restaurantes y a las puras doce del mediodía, se iba a hacer la entrega diaria en el mercado.

A pesar de la insistencia de Doña “Esiquia”, La familia Millán Ríos, partió en tren, rumbo a Culiacán, en busca de la amiga y paisana Apolonia. Ya en la capital, abordaron una araña, tirada por caballos, que los trasladó hasta la calle Guerrero, casi esquina con Juárez, cerca del popular barrio “El Coloso”. En casa de la paisana, vivieron algunos meses, recuerda que eran cabañas con techo de palma. Luego les dio posada “Doña Nacha”, quien era esposa de un músico, Don David, clarinetista de una “tambora”.

El señor Ramón Torres y su esposa Lupita, los invitaron a comprarles su casa, ya que ellos estaban por convertirse en flamantes ejidatarios por los rumbos del poblado de “Chinitos” Angostura, asentándose así, de manera definitiva por la carretera a Sanalona, colonia Miguel Hidalgo, de la capital sinaloense.

Isaías y Adán, ayudaban a cargar canastas en el Mercado Garmendia, para ayudar a la cada vez más raquítica situación económica. Al paso de los años, Adán se convirtió en ejidatario, también en Angostura, mientras que el cada vez más rebelde hermano mayor “declinó” la oferta a pesar de estar en la lista de beneficiarios con diez hectáreas de riego.

Relata que, en una vecindad cercana a su casa, vivían los hermanos Aristeo y Manuel Mendoza, este último fue quien le enseñó sus primeras lecciones de guitarra, y con quienes se inició en el negocio de la construcción, primero como ayudante, luego como “Maistro albañil”, hasta llegar a ser contratista.

Pero su vocación era la música, imitaba los “falsetes” de Miguel Aceves Mejía”, cantante de moda por ese tiempo, (finales de los años 40’s).

Vecinos también por la carretera a Sanalona, vivían Los Hermanos Quintero. Fidel, enviaba al pequeño Nicasio Quintero (quién años después sería un famoso cantante norteño) a que le afinara el bajo sexto. Esto ya en el domicilio, de la misma colonia, pero más cerca de la IX Zona Militar, que ocupaba junto a la señora Manuela Ávila Villa, su primera compañera y con quien procreó cinco hijos; Oscar Melchor, María Eva, Jesús Manuel, Juan Valentín y el más pequeño, Luis, quien falleció prematuramente a los dos años de edad. También tuvo más hijos, entre ellos: Raúl, Amparo y Rosario, además Jesús, hijo de crianza.

A los Hermanos Quintero, luego les vendió un acordeón “de dos chorreras”, que le habían dado como pago parcial de un trabajo, en trescientos pesos, siendo este el primer acordeón de ensayo de “La Banda del Carro Rojo”, de Los Hermanos Quintero.

Aprendió a tocar la guitarra, pero fue el bajo sexto, el instrumento que escogió para mostrar sus cualidades artísticas. Millán Ríos “El Teniente”, es poseedor de una bien timbrada voz de barítono, semejante a la de El Trovador del Campo, Luis Pérez Meza. Desde su juventud participó en algunos conjuntos del género norteño, acordeón y bajo sexto.

Uno de ellos fueron Los Hermanos Castro, al lado de su compadre Carlos Castro (acordeonista de Yuma EEUU, avecindado en Bachoco, Navolato). Con éste, participaron en diversos eventos particulares y programas de radio, en la estación “La Rancherita de Sinaloa”, ubicada por la Avenida Álvaro Obregón, frente al Parque Revolución, en Culiacán, por el año de 1960.

Participó con Armando González Beltrán, acordeonista, con el que hicieron giras por los campos y la sierra de Durango y Sinaloa, Armando a la postre, emigró a San Antonio, en los EEUU, donde formó el grupo norteño “El Bronco del Norte y sus Bravos del Valle”, al cual fue invitado, Isaías Millán, declinando la invitación.

Tuvo de compañeros en las andanzas musicales a Polo, “Tololoche” y Chuy Barraza, que con su acordeón piano, tocaba magistralmente cualquier bolero. Pero fue años más tarde que formó el grupo norteño “Los Broncos de Ajoya”, junto a sus grandes amigos: Simón Cruz Ruiz León, en el tololoche; Rosalío, el “Gatito”, acordeón de botones; Ernesto Tamayo Quintero, segunda voz y Eladio Tapia Soto, voz, con el cual realizaron sus primeras tres grabaciones profesionales por invitación del director de la compañía Discos Halcón, el señor Gildo García. Algunas de sus grabaciones fueron; El Corrido de Ajoya, con letra de Óscar Melchor Ávila y la música del propio Isaías Millán, El Corrido del Comedero, Prieta Orgullosa, Tu nuevo cariñito, Ojos negros y chinos, La Barca Marina, entre muchas más.

Posteriormente formó otra agrupación que llamaron “Los Broncos de la Sierra”, junto a los mismos compañeros, sustituyendo a Rosalío, Petronio Imperial, en el acordeón. Con este grupo realizaron tres grabaciones más. Hasta el momento se sigue difundiendo su música por todo Sinaloa.

DE esta manera damos a conocer una cara desconocida para muchos, de alguien que ha sabido labrar su destino a base de enjundia y con la satisfacción de seguir adecuadamente los hilos de la vida y demostrar que cuando se quiere se puede. Como decía al principio de la nota, un breve esbozo de los muchos logros de nuestro amigo José Melchor Oscar Ávila, quien sigue siendo parte de esa bohemia que los viejos gozamos y muchos jóvenes empiezan a descubrir.

 

 

 

 


Compartir: