Trata de infantes en Chiapas, problema añejo que apenas se comienza a combatir
* Chiapas es un lugar propicio para la trata de personas y la explotación de menores debido a la pobreza en la que viven la mayoría de sus habitantes: según datos del CONEVAL 73% de su población vive en pobreza y pobreza extrema,
Columna Políticamente Incorrecto/ Javier Opón
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México Hoy se cumplen 24 días de la desaparición de Dylan, un niño de apenas dos años que fue secuestrado por otra niña en uno de los mercados de San Cristóbal. En un descuido de su madre, quien trabajaba, Dylan fue llevado con rumbo desconocido por otra menor de edad.
El lunes por la tarde noche, y tras investigaciones hechas por la Fiscalía, se logró la ubicación de un domicilio en la zona norte de la ciudad de San Cristóbal donde se detuvieron tres mujeres adultas que custodiaban a 23 menores, entre ellos a la niña que se llevó a Dylan. En este caso hay varios delitos como son el secuestro, la trata y corrupción de menores, delitos graves en Chiapas.
En Chiapas la explotación de menores no es cosa nueva. Si recurrimos a la historia podríamos asegurar que es una constante desde la época colonial, en donde los grandes finqueros eran dueños de toda persona nacida en su territorio, alcanzada la edad 6 o 7 años eran puestos a trabajar en los campos de cultivos, mientras que las niñas eran asignadas a las tareas domésticas sin remuneración alguna más que un triste plato de comida, costumbre que se mantiene vigente en muchos rincones de Chiapas. En 1994, cuando el movimiento armado Zapatista se descubrió en la finca Liquidambar contaba con su tienda de raya y una especie de moneda propia, lo que mantenía en calidad de esclavos a cientos de trabajadores chiapanecos y centroamericanos, además que a los menores de edad que trabajaban en dicha hacienda sólo se les pagaba medio jornal, aun cuando trabajaban igual que un adulto.
Históricamente Chiapas es un lugar propicio para la trata de personas y la explotación de menores debido a la pobreza en la que viven la mayoría de sus habitantes: según datos del CONEVAL 73% de su población vive en pobreza y pobreza extrema, si a esto le sumamos la baja escolaridad y los usos y costumbres de los pueblos originarios obtenemos como resultado un paraíso para bandas delincuenciales que se dedican a la explotación de menores.
En las últimas décadas se ha vuelto cosa común ver a cientos de niños en los cruceros de Tuxtla vendiendo diversos tipos de mercancías sin vigilancia aparente, por lo que muchos nos hemos hecho la pregunta ¿y los papás donde están?, pregunta que siempre queda sin una repuesta. En San Cristóbal de Las Casas es común ver a cientos de menores, en su gran mayoría pertenecientes a los pueblos originarios, vendiendo artesanías o piden alguna moneda por los andadores y plazas de esta ciudad colonial, pero pocas veces creemos que puedan estar siendo explotados porque relacionamos su presencia con la pobreza y casi nunca la relacionamos con un delito como la trata o la explotación.
El rapto del pequeño Dylan y la lucha que ha emprendido su valiente y joven madre, y el trabajo de la Fiscalía General del Estado, están dando elementos para combatir delitos como son la trata de personas y la explotación infantil y que como resultado se dio con una red organizada dedicada a este tipo de delitos, incluso podría estar relacionada con la pornografía infantil y el tráfico de órganos.
El duro golpe asestado a esta red criminal, al dar con una de sus casas de seguridad aunado al trabajo de inteligencia realizada por la Fiscalía que encabeza Jorge Luis Llaven Abarca ha llevado atender un problema histórico al cual ningún gobierno pasado quiso hacer frente. Aunque aún se desconoce el paradero del menor Dylan, la detención de las tres mujeres y la localización de la menor que fuera utilizada para cometer el rapto dan la esperanza de que Dylan pronto regrese a los brazos de su madre.
Es tal la valentía y la obstinación de Juanita Pérez madre de Dylan que se fue hasta Palacio Nacional para pedir la ayuda del presidente Andrés Manuel López Obrador quien ordenó atender el caso suscitado en Chiapas, esperamos que pronto Dylan regrese a los brazos de juanita.
P. D. Es una incongruencia del Ayuntamiento de Tuxtla que permita la reapertura de restaurantes, antros y bares, pero no el de espacios públicos abiertos como Convivencia Infantil, Caña Hueca y Joyo Mayu que son espacios públicos abiertos que de acuerdo con OMS deberían ser los primeros en reabrir al representar un riesgo menor de contagio que los espacios cerrados. Es obvio que el señor Morales es ignorante de muchas cosas menos en el arte de la corrupción y sabe muy qué reabrir bares y antros le darán muy buenos dividendos porque seguro estoy que no cumplirán con la medidas sanitarias lo que provocará que sean extorsionarlos, perdón, digo, multarlos por las autoridades municipales. A los tuxtlecos nos urge respirar un poco de aire limpio y son precisamente estos espacios públicos los que podrían brindar esa relajación tan necesaria en estos tiempos de pandemia, claro respetando la sana distancia, usando el Cubrebocas y respetando el aforo como lo indican los protocolos de salud. ¿Apoco no les vendría bien a los niños una visita a convivencia infantil, a Joyu Mayu o al ZooMAT?
javieropon@hotmail.com
WhatsApp 961 452 22 05
Coordinador de delegados en Chiapas del SNRP